Tal vez uno de los espacios más deslumbrantes y majestuosos del edificio sea el corredor de ingreso.
Al acceder al edificio, el techo se expande en una bóveda de arista con artesones cuadrados, delimitada por un arco que da lugar a una bóveda de cañón que se extiende por varios metros hasta un pórtico con rejas que dá paso a los pasillos internos que conducen a las aulas.
La bóveda de arista dá paso, más al fondo, a una bóveda de cañón.
Bóveda de cañón apoyada en el arquitrabe que descansa sobre pares de columnas de estilo toscano.
Bóveda de arista
Es la formada por la intersección de dos bóvedas de cañón iguales que se cruzan perpendicularmente. Se forma sobre la base de dos arcos de medio punto. Las líneas de intersección o aristas son arcos de elipse que se cruzan en el vértice superior.
Supuesta la igualdad de las bóvedas secantes, el espacio que cubre una bóveda de arista es un cuadrado siendo entonces una bóveda de crucería. En el caso de que las dos bóvedas sean de diferente anchura, el espacio cubierto es rectangular, como puede suceder con las ojivales que, poseyendo la misma altura pueden tener diferente luz (anchura).
Bóveda de arista
La bóveda de cañón es un elemento arquitectónico frecuente en iglesias románicas, aunque ya lo utilizaban los egipcios, los mesopotámicos y los romanos. Este tipo de bóveda suele estar formada por una alineación de arcos de medio punto.
Bóveda de cañón